La escalera de la residencia recibió una cortina de 164.000 metros de cadenas de aluminio para crear una experiencia inmersiva para los visitantes.
Grupo Editorial CASACOR
Como parte de la nueva Experiencia Casa Batlló, se le pidió al arquitecto japonés Kengo Kuma que diseñara una escalera de emergencia vestida con 164,000 metros de cadena de aluminio que captura la luz como redes de pesca. Según el arquitecto, las cadenas juegan con la luz a través del resplandor, las siluetas y las sombras creadas por su forma ondulada.
El diseño está inspirado en la propia Casa Batlló, el emblemático edificio modernista diseñado por Antoni Gaudí ubicado en Barcelona, más concretamente el patio de luces de la residencia. Así, la instalación propone una gradación de tonalidades, comenzando más claro en la parte superior, a nivel del techo, y oscureciendo hasta el nivel inferior hasta llegar a los tonos negros. La escalera aparece suspendida en el aire y crea un increíble efecto de pasaje, diseñado para enriquecer aún más la experiencia de los visitantes del emblemático edificio.

La intervención arquitectónica forma el núcleo de la circulación vertical de la experiencia Casa Batlló, una nueva exposición inmersiva de 2.000 m² dentro de la obra maestra modernista. La nueva escalera conecta ocho pisos y los depósitos de carbón en el sótano.
Kuma explica: “Nos imaginamos este espacio cubierto con cortinas de aluminio, que con su materialidad captan la luz como si fueran redes de pesca y nos muestran todas sus formas: luminosidad, siluetas, sombras; prescindiendo así del uso de cualquier otro material y borrando esta caja ciega y su escalera utilizando únicamente cadenas”.

El proyecto también enfrentó el desafío de encontrar una solución para neutralizar el sonido de las corrientes. Para ello, el Departamento de Desarrollo e Innovación de la empresa Montblanc creó innovadores paneles acústicos que recubren el techo por encima de las cadenas y neutralizan el ruido provocado por su movimiento.