Diseñada por la arquitecta Deborah Pinheiro, para CASACOR Brasília 2019, la casa está inspirada en la construcción original de Niemeyer.
En Casa Finitura, el escenario de Deborah Pinheiro para CASACOR Brasília 2019, los límites entre lo interno y lo externo se difuminan. Por un lado, el jardín, completamente abierto e integrado, se convierte en una habitación. Por otro lado, un jardín vertical con frondoso follaje funciona como muro. Son 307 m² pensados como refugio, lugar de convivencia y tranquilidad, un verdadero planeta, al margen de la caótica rutina.
La casa forma parte de otra casa histórica y llamativa, la Casa da Manchete, de Oscar Niemeyer, que acoge la exposición. El arquitecto quería que el entorno dialogara con la construcción original, para realzarla y resignificarla. La estructura de hormigón y las jardineras eran preexistentes y ambas recibieron trabajos de limpieza y restauración.
Para mantener la identidad modernista, los materiales y el mobiliario complementan el hormigón, tanto en color como en líneas. La paleta es más fresca, compuesta por tonos amaderados y azulados junto con grises; enfatizan el verde vivo de las plantas. El mobiliario, que incluye piezas de Jader Almeida, tiene un diseño sutil y de líneas rectas, siguiendo la tradición sin “excesos” de la arquitectura moderna.
Todas las habitaciones están integradas, por lo que todos los ocupantes pueden interactuar entre sí, independientemente de dónde se encuentren. Eso es porque el arquitecto quiso contemplar la costumbre de recibir a familiares y amigos para socializar y divertirse. No hay muros ni puertas que separen “habitaciones” y “habitaciones”, el espacio se imagina como un todo. Incluso el baño está conectado con el resto de la casa, gracias a la encimera con los lavabos. Están fuera del inodoro, para funcionar como lavabo.
Jomar Bragança | Comunicado de Prensa CASACOR