La técnica de visitar bosques tiene beneficios medicinales, como reducir la ansiedad y fortalecer la inmunidad.
Ana Carolina Harada | Equipo Editorial CASACOR
¿Conoces la sensación de tranquilidad que uno siente cuando está en el campo o en el bosque? Experiencias como estas son relajantes y pueden traer mucha paz interior. Pero este conocimiento va más allá de la sabiduría popular. El Shinrin-yoku, “baño en el bosque” en español, es una técnica curativa japonesa basada en la inmersión en la naturaleza.
Terapia Natural
Surgió en 1982, como una iniciativa de la Agencia Forestal del país, para alentar a las personas a conocer los bosques alrededor de sus hogares y reconectarse con la naturaleza. No pasó mucho tiempo antes de que los beneficios comenzaran a mostrarse. Se sabe que la mayoría de la población sufre estrés, agotamiento y problemas de salud mental. El Shinrin-yoku ayuda a reducir la ansiedad, el cortisol (que causa la hormona del estrés), mejora el rendimiento cognitivo y puede fortalecer la inmunidad. Es una forma de medicina preventiva, para equilibrar cuerpo y mente.
Meditación y Armonía
Pero no es suficiente con ir a un parque y jugar con tu celular. Para sentir los efectos de la terapia, uno debe comprometerse verdaderamente. El proceso comienza con ir al bosque, luego es necesario frenar los ritmos y pensamientos. El siguiente paso es una caminata lenta, observando los detalles del entorno: el canto de los pájaros, el movimiento de las hojas, el caminar de los insectos. El Shinrin-yoku es una actividad solitaria, porque el silencio es fundamental. El objetivo es conectarse plenamente con el bosque, en un momento de meditación inmersiva.
Los bosques de la arquitectura
La conexión espiritual con la naturaleza es un tema recurrente en la cultura oriental y se ha extendido a otras áreas, como la arquitectura. La biofilia, por ejemplo, aparece en varios proyectos, así como la biomimesis, corriente que utiliza los mecanismos de los organismos vivos como inspiración para la tecnología.
