El “vetiver” es una planta gramínea que se usa en paisajismo. Entre sus múltiples bondades controla la erosión y recuperación de suelos desertificados. Tiene la capacidad de almacenar el CO2 atmosférico. Contribuye a la fitorremediación de aguas y suelos contaminados por metales pesados. Restituye la flora y fauna nativa. Sirve como cerco vivo y protección de cultivos. Protege las vías ferroviarias, caminos y puentes. Y es también materia prima para artesanía, techos, aceites medicinales y perfumería. En suma, es una planta tan generosa que merece estar presente en nuestras vidas.