Recordar es volver a vivir, y este lugar evoca mi niñez.
Un espacio rodeado de arte, música, plantas, animales y libros, donde el color se expresa con pureza, donde los cuadros cuentan la historia de su procedencia. Un ambiente irreal que encuentra en el mobiliario la manera de narrar un momento específico de mi vida como los almuerzos en familia, las siestas en el mueble junto a la ventana abierta, la estantería llena de recuerdos y las plantas creciendo a nuestro lado. Aquí están los recuerdos de toda una vida, aquellos llenos de felicidad.