Contempla acontecer

Por Juan Sebastián Rico


Nosotros los humanos, somos familia (lejana en muchos casos, pero familia al fin y al cabo) de todos los seres vivos que existen y han existido en el planeta, incluyendo por supuesto a los chimpancés y bonobos, pero también a los demás animales, plantas, hongos, bacterias y demás microorganismos. LUCA (último antepasado común universal, por sus siglas en inglés) es nuestro meta-ancestro compartido, nuestro tatara-tatara a la n potencia, que también lo es para la hormiga que ahora está trepando una brizna de pasto en el jardín.

LUCA, un organismo simple pero con potencial asombroso, vivió en la profundidad del océano hirviente por el magma que emanaba del manto terrestre hace unos 4.500 millones de años y evolucionó, por la danza eterna de las cosas, en múltiples especies que a su vez resultaron en muchas otras hasta llegar a la sorprendente cifra de ¿dos millones?, ¿cinco millones?, ¿ocho millones?,ó ¿un trillón?.

Patio del Encuentro por Juan Sebastián Rico para CASACOR Perú 2017

La verdad es que no sabemos cuántas especies existen y asumiendo que tal osadía fuera posible, tampoco estaríamos cerca de resolver ese misterio. Es una infinidad incontable, un número dinámico y esquivo. Lo que sabemos es que aproximadamente 18.000 especies nuevas se conocen cada año y que en total hemos nombrado alrededor de 1.7 millones de especies que solo representan una fracción minúscula de la biodiversidad del planeta. Aún tenemos el todo por conocer.

La tierra es un planeta rocoso recubierto por un delgado y extenso jardín que se complejiza perpetuamente hacia maravillosas riquezas. Tenemos la fortuna de vivir en el pico de mayor complejidad en miles de millones de años en cuanto a las formas de vida que lo habitan. La escala de tiempo es ininteligible para nosotros y el regalo que se nos ha dado también.

Patio del Encuentro por Juan Sebastián Rico para CASACOR Perú 2017

Que nuestra familia extendida cuente con millones de especies que han evolucionado durante un periodo de tiempo incomprensiblemente vasto para desenvolverse en una danza fantástica e infinitamente rica nos debería mantener en estado de reverencia y asombro. Esta complejidad que nos permite aprender y crear, nos hace más ricos, más inteligentes y más educados. Con cada especie que se extingue disminuye la complejidad del mundo y la cantidad de información que hay en él, esto nos hace más pobres, menos listos y nos desfasa de la trayectoria misma a la que tiende el mundo.

El jardín ciertamente nos da frutos para cosechar, pero es cuestión de modales (y de estrategía) permitir su desenvolvimiento, es la primera fuente de conocimiento o de donde proviene todo el conocimiento, por esto debe poder observarsele y así contemplar acontecer.

Patio del Encuentro por Juan Sebastián Rico para CASACOR Perú 2017

“Las pulgas grandes tienen pulgas pequeñas en la espalda para picarlas, y las pulgas pequeñas tienen pulgas menores, y así, ad infinitum. Y las pulgas grandes, ellas mismas, a su vez, tienen pulgas más grandes para continuar; mientras que estos de nuevo tienen mayor aún, y mayor aún, y así sucesivamente.” – Augustus de Morgan