La Librería: donde los libros abren sus páginas a todos

Colorida, funcional, de diseño lúdico y una fluidez orgánica que invita a grandes y pequeños a quedarse y recorrer sus ambientes. La Librería es el espacio donde el diseño se encuentra con la literatura. Y es también una experiencia inclusiva porque la buena lectura es y debe ser para todos.

Por Cecilia Valencia | Fotos Renzo Rebagliati | Video Aerial Studio


Esta es una librería original. En su diseño, las arquitectas Bárbara Biglieri y Marcela Vásquez consideraron también a las personas con discapacidad visual y auditiva. Algo que es posible con la tecnología de hoy.

Un libro es el comienzo de un encuentro, de un viaje, y así empieza esta experiencia por el hall principal con el color azul pacifico como protagonista de una atmósfera en la que singulares estanterías acogen a miles de títulos. Una escultura de aves, elaborada con material reciclado, representa el viaje que uno inicia a través de las páginas de una obra y también nos invita a seguir el recorrido.

Aprovechando la arquitectura del lugar se implementaron áreas de descanso y lectura, así como vitrinas y escaparates para exhibir los ejemplares de forma artística o atraer las miradas hacia una antigua máquina de escribir.

En la sala de lectura, la frase del nobel Mario Vargas Llosa, “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, es el hilo conductor de lo que veremos en cada espacio de La Librería. Esta reposa sobre un enchape de piedra sinterizada que semeja mármol y destaca por su iluminación sutil y elegante.

La lámpara principal realza el singular diseño de la mesa que exhibe los libros Coffee Table de gran formato. La otra sala, cuyos revestimientos de pared y la textura del techo semejan la madera natural, se conecta con el resto del espacio gracias al diseño del piso.

En la sala tecnológica se vive la experiencia de los sentidos. Vale decir, la inclusión se aborda con una selección de libros en Braille; los audiolibros acompañados de proyecciones también atienden a las personas con discapacidad visual y auditiva. Por su parte, en una pantalla se describe tanto la ubicación de los libros como el concepto del espacio en lenguaje de señas.

La tecnología y la domótica, de igual modo, hacen su contribución. El diseño de muebles con tablets y la proyección de hologramas atraen la atención de niños y adultos por los personajes, los sonidos y una iluminación que se activa al ingresar.

En el espacio lúdico de los niños, el color y la luz invitan a la lectura. El mobiliario por su textura, forma y color permite a los pequeños leer sentados, recostados o en el columpio. Y un mural pintado a mano muestra las acciones que se pueden llevar a cabo en favor del planeta.

Cabe destacar que la arquitecta Jardena Ugaz se suma a este proyecto con las rampas para discapacitados. Una idea que nació con el propósito de facilitar el desplazamiento de las personas que así lo necesiten. Estas y otras rampas colocadas en CASACOR Perú serán donadas al término del evento. (Más información)

“El amor es como el Braille para entenderlo hay que sentirlo”, esta frase resume el sentir de las arquitectas. Recorrer estos ambientes es una experiencia encantadora y una oportunidad para pensar en el otro y agradecer. Es también, una invitación a quedarse y regalarse tiempo para encontrar un buen título, llevárselo a casa y leer.

Un agradecimiento especial a Jenny Varillas y Pio Varillas que realizaron el cuenta cuentos. A Denis Povis, profesor especialista en Braille y a Carmen Macaza, profesora del Centro de Educación Especial San Francisco de Asis. A la Arq. Jardenia Ugaz de Cordillera Products y a las empresas que fueron parte del evento: Ibero, Admosfera, Ceramica San Lorenzo, Rivelsa, Tableros Hispanos, Samsung, Socosani, Punto Café y Cabify.